La Ciudad

Leoncio Urabayen cita a Julio Altadill en su Geografía del País Vasco-Navarro:

Si desde un aparato aviador contempláramos la población, hallaríamos que su perímetro afecta alguna semejanza con el rectángulo, siendo lados menores el de Oriente y Poniente ; y lados mayores el del Norte y Sur, pero éste con entrantes y salientes más pronunciados que en los otros tres. Y si desde dicho moderno y movible observatorio lanzáramos la mirada a mayores distancias, echaríamos de ver una llanura algún tanto accidentada, de forma elíptica aproximada, la que aquí se denomina Cuenca de Pamplona, a uno de cuyos extremos sin tocar en su borde oriental, está situada la Ciudad.

Y continúa el propio Urabayen:

Así era Pamplona hacia 1910, cuando aún no había realizado su mayor esfuerzo de expansión y estaba rodeada completamente por su recinto amurallado. Hoy ya no se distinguen las murallas sino por las partes Norte, Este y Oeste. El lado Sur ha desaparecido, ocupando su lugar las construcciones del Segundo Ensanche. El occidental, con la Ciudadela, permanece todavía en pie, aunque algo modificado. El caserio se extiende por la mayor parte de la meseta del solar de Pamplona, desde Barañain hasta la Cuesta de Beloso y desde el río Sadar hasta el Arga. Y aun la llanura situada en la margen derecha de este último río se va poblando densamente desde Villava hasta el puente de Miluce, por donde se extienden los barrios de San Pedro, Magdalena, Rochapea y Estación del Norte.

Urabayen, Leoncio. Biografía de Pamplona (1952), p. 16.